CONDUCTA, CREENCIAS Y AUTOESTIMA
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| CONDUCTA, CREENCIAS Y AUTOESTIMA |
LAS CREENCIAS
Creer: "Es el firme asentimiento y conformidad con algo; es una doctrina; o significa dar crédito como cierto o seguros los hechos" concepto según la RAE.
Las creencias influyen de manera determinante en las conductas, las acciones y las decisiones que tomamos.
Estos convencimientos y certezas sobre los hechos, se construyen desde la infancia, durante el proceso de aprendizaje y socialización en las diferentes áreas con las cuales convive el niño:
Por ejemplo en el núcleo familiar, el niño va moldeando sus pensamientos bajo el ejemplo de sus padres, cuidadores o tutores, que indican las primeras directrices o rutas a seguir en el camino; en esta etapa tan importante de la vida de todos.
Hay que recordar y tener claro, con que actitudes deseamos educar a los infantes, no sólo serán equilibradas o ecuánimes, en muchas oportunidades, pero en otras situaciones no estarán a la altura de las circunstancias, porqué sencillamente todos somos humanos y la equivocación es parte de la vida.
Luego en las relaciones sociales, académicas o institucionales el joven sigue siendo -moldeado- y todo lo anterior envuelto en la cultura y sus respectivas creencias; lo cual va condicionando las conductas expresadas según las diferencias socioculturales.
CREENCIAS Y VALORES
Miguel Costa y Ernesto López, en su libro sobre Educación Para la Salud, 2005; expresan lo siguiente
Las creencias: son juicios de probabilidad que relacionan un objeto, una persona, una situación o un concepto con un atributo e indican la probabilidad subjetiva de que esa relación sea cierta.
Los valores: pueden ser definidas como creencias cargadas afectivamente, y constituyen los distintos criterios compartidos, conforme los cuales los individuos y grupos de la sociedad, hacen juicios sobre el significado y la importancia de las cosas, las distintas situaciones, las personas o los conceptos socioculturales, y por su capacidad de satisfacer necesidades personales y/o sociales.
Durante el desarrollo y el proceso de socialización de los individuos todo esto se va interiorizando y los criterios compartidos se van convirtiendo en guías de comportamiento.
Los juicios sociales de valor: tienen implicación emocional y determinan diferentes grados de aprobación o desaprobación, de estimación o desestimación del objeto sociocultural evaluado.
Existe un sistema de sanción, recompensa y castigos; aprobación o censura; empleado por grupos sociales para regular las pautas de comportamientos, para que evalúen a los demás y a sí mismos. De tal manera que, el sistema de valores constituye un sistema de control y presión social.
El grado de importancia y obligatoriedad de este sistema de valores, depende y es diferente en las distintas culturas, cómo lo es también la resistencia de sus miembros al cambio; por lo tanto se pueden presentar discrepancias y conflictos por la defensa de valores distintos en grupos sociales diferentes.
El comportamiento social pasa entonces por un proceso de modelado social. Bandura, 1987.
Tanto en la vida real como en modelos simbólicos, se aprenden los comportamientos, los estilos de vida, las creencias, los valores, los hábitos, las habilidades de relación interpersonal, el lenguaje, etc. es tan poderosa la influencia del modelado social en la configuración del comportamiento, que según el tipo de modelos de conducta que prevalezcan en una sociedad o en un escenario en concreto, se activaran sobre todo en niños y adolescentes un determinado comportamiento de manera preferente.
También exponen los autores la importancia del marketing social y las redes de comunicación socioculturales en el moldeado social.
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| AUTOESTIMA |
LA AUTOESTIMA
Una de las primeras creencias que se forma el niño mientras se distingue del mundo exterior y descubre su Yo, ese yo aparte de los otros, es la autoestima. Y esta creencia está basada en la consideración, confianza y estima que se tenga a uno mismo.
El niño puede desarrollar una alta autoestima, al confiar en sí mismo, al sentirse seguro en su entorno y al ir cultivado la determinación de sus decisiones. Al contrario de los niños que se desarrollan en ambientes desfavorables, se fomentan pensamientos limitantes y negativos que durante la maduración van transformando al niño en un adulto desconfiado, inseguro de sus actos y decisiones. y en general propenso al miedo en todas sus formas: como por ejemplo miedo al rechazo.
Durante la vida adulta adquirimos nuevas opiniones o paradigmas sobre la pareja, los empleos, el dinero, la crisis, y un largo etcétera...todo lo cual va a conformar la escala de valores éticos, morales, ideológicos que ya hace tiempo vienen moldeándolo todo.
Por lo tanto el cambio de las creencias limitantes cambia la experiencia vital.
"Las personas actuamos movidos por nuestras creencias que hemos ido aprendiendo a lo largo de la vida. Pero estas creencias se pueden cambiar y transformar en otras que nos hagan sentirnos más felices y más cerca del modelo que desea ser como persona.
Se pasa de un estado de resignación de “ser como soy” en la que no hay posibilidad de cambio y por consiguiente adopto una actitud pasiva ante la vida y mi futuro...
A un estado de aceptación de mis circunstancias y mi historia dándome la posibilidad de cambiar y mejorarme como persona. Me transformo en un ser activo de mi vida y mi futuro. Mar Sánchez Rodríguez, psicóloga.
Cómo vemos las creencias influyen más de lo que pensamos en nuestro comportamiento, conductas, estilos de vida y las decisiones que tomamos a diario.
Hasta la pròxima lectura ....
