ESTRÉS Y ENFERMEDAD
Bruce McEwen, psicólogo de la Universidad de Yale, analizo la relación directa entre el estrés y la enfermedad. Observa y estudia los efectos nocivos que trae aparejado un estado de estrés sostenido.
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El estrés sostenido a largo plazo puede producir:
"Bloqueo del sistema inmunológico lo que predispone la aparición de metástasis, formación de placa arterial que conduce a la arterioesclerósis, entre otras enfermedades cardiovasculares.
Acelera el inicio y empeora: las enfermedades metabólicas tipo diabetes e hipertensión arterial, propiciando ictus- accidentes cerebrovasculares.
Desencadena y agrava: los trastornos respiratorios, como los ataques de asma, las alergias, la psoriasis, entre otras patologías.
Estimula la ulceración como ocurre en el sistema gastrointestinal, provocando gastritis agudas y crónicas, úlceras crónicas y/o sangrantes, por ejemplo.
Provoca daños en el hipocampo, órgano del cerebro responsable, entre otras cosas, de la memoria.
Predispone al desarrollo de enfermedades reumáticas tipo artritis; o cefaleas crónicas, entre otros muchos y variados signos y síntomas, que genera el estrés sostenido por períodos prolongados.
Si la situación que provoca la reacción fisiológica de alarma no se resuelve, se mantiene la tensión.
Las situaciones que desencadenan estrés agudo, culminaran cuando se decida la solución y finalice la lucha interna.
En cambio, el estrés sostenido a largo plazo, produce la activación de ciertos circuitos neurohormonales, provocando efectos nocivos al organismo.
"En realidad, sólo se trata de hacer las elecciones correctas en la vida, debido a que ahora vivimos en un mundo en el que nuestros sistemas no tienen la oportunidad de descansar, y de regresar a una base, dice Bruce McEwen.
