EMOCIONES Y OBJETIVOS II
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| Graffiti urbano |
Continuando con el tema de las emociones y los objetivos I, es importante enfatizar, que el equilibrio psíquico y orgánico, junto con la adaptación específica de la persona ante los estímulos ambientales recibidos, darán cómo resultado una conducta determinada, según la percepción particular y personalizada de cada quién ante este estímulo, el entorno y las circunstancias específicas del momento.
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VISIÓN GENERAL
La visión general y concreta del proyecto, el objetivo, la tarea, el plan, o cualquier concepto que implique crear, iniciar, realizar o comenzar algo que de un resultado que agrade o sea útil, debe acompañarse de un equilibrio físico y mental, que asegure la adaptación a los cambios inherentes al proyecto a emprender. Además de la organización y la planificación previa que implica la gestión del tiempo y la priorización de las actividades.
En otras palabras, preparar el camino a seguir para emprender hacia un objetivo que nos mueve y nos inspira.
Sobre esto Férnandez-Abascal, hace referencia a la función adaptativa de las emociones:
Las emociones son funciones biológicas fundamentales, producto de la evolución, que permiten al organismo sobrevivir en entornos hostiles, por lo que se han conservado prácticamente intactas a través de la historia evolutiva (Le Doux, 1999)
La emociones son procesos psicológicos que frente a una amenaza a nuestro equilibrio, ya sea físico o psíquico, actúan para restablecerlo; ejerciendo así un papel adaptativo. Sin embargo, en algunos casos, las emociones influyen en el sistema inmunológico, favoreciendo así a la enfermedad, dónde la adaptación ha dejado de funcionar.
Función adaptativa de las emociones
La función adaptativa de las emociones va a depender de la evaluación que haga la persona del estímulo recibido como peligroso para su equilibrio, y de la respuesta que genere para afrontar dicho estímulo amenazante; hay que recordar que todo esto depende de la percepción que se tenga de la realidad.
Gracias a las emociones se produce una activación que nos proporciona la energía necesaria para responder rápidamente a un estímulo que atente contra nuestro bienestar físico o psicológico, permitiendo así la supervivencia. Por lo tanto una persona sana debería estarlo tanto en mente como en cuerpo.
Una de las claves a la hora de entender la repercusión de las emociones en la salud, es la conceptualización del proceso emocional. En él aparecen dos filtros entre la situación interna y externa que desencadena el proceso y la manifestación de las emociones en el sujeto protagonista (Férnadez-Abascal, y Palmero; 1999).
El primer filtro: la evaluación valorativa modulará la activación emocional, por sus componentes de experiencia subjetiva, expresión corporal, tendencia a la acción, respuestas fisiológicas; y el resultado obtenido de esta evaluación valorativa dará el reajuste necesario a las demandas del entorno, o la respuesta puede ser perjudicial para la salud.
El segundo filtro: al que se refiere el autor, son los mecanismos socioculturales de control emocional, que determinan en gran medida los estímulos de afrontamiento, es decir, las estrategias que cada uno utiliza para responder ante las emociones, las sensaciones físicas y psíquicas producidas.
Recordemos en este punto la relación entre las emociones, el sistema endocrino, el sistema inmunológico y a las hormonas del estrés (las catecolaminas y el cortisol), que se activan ante situaciones que atentan contra la sensación de seguridad, del tipo que sea, percibidas cómo amenazas, aumentando finalmente la sensibilidad de la persona a las enfermedades si se prolonga a largo plazo.
La salud y la enfermedad son el resultado del éxito o el fracaso del sistema adaptativo de acuerdo a las variables del ambiente en que se ha desarrollado y a las exigencias de la propia persona. Hernández Mejia y Cols, 2000.
No basta con dedicarnos solamente a nuestro cuerpo, es necesario entonces, si en realidad queremos mantener un equilibrio físico, mental y espiritual, cuidar nuestros pensamientos que son los que activan las emociones; gestionar con inteligencia emocional las conductas expresadas, como consecuencia de los distintos estímulos recibidos.
Del artículo anterior tenemos entonces una idea importante como es el concepto de calidad de vida que reside en la percepción que el individuo tenga de su posición en la vida, con el contexto y la cultura específica en la cual se desarrolla; según el sistema de valores en los que vive en relación con sus objetivos, además de las expectativas, los estándares y las preocupaciones OMS,1995.
LLEGAR ES COMENZAR DE NUEVO
Y finalmente las acciones emprendidas deben ser:
Acordes con el objetivo predeterminado
Realistas tantos las acciones como los deseos
Gestionadas dichas acciones, en actividades realizables en pequeñas etapas, que garanticen la consecución de las metas, a corto plazo y con miras a cumplirlas a largo plazo.
Deben tener fecha de finalización del proyecto.
Si no gestionamos nuestro tiempo, no tenemos un plan predeterminado y sobre todo si no ponemos fecha de culminación corremos el riesgo de seguir dando vueltas sin fin y no alcanzar el objetivo.
Hasta el próximo artículo...
