AUTOEFICACIA Y COMPORTAMIENTO II
Si los demás pueden yo también
Si los niños y adolescentes
confían en sí mismos y observan lo que son capaces de
hacer y los éxitos que obtienen otros niños y adolescentes, pueden
evaluar si pueden y si se cumplen las condiciones que hacen efectivos
e imitables los modelos. Cuando observan la incapacidad ajena, pueden
deducir que a ellos le podría ocurrir también.
Palabras
de aliento
Tú puedes, ánimo, continúa y otros incitadores
verbales por el estilo, pueden ser una fuente de potenciación de la
autoeficacia, cuando ésta ya existe, pueden contribuir a alentar
un esfuerzo y la perseverancia suficiente ante las dificultades o
situaciones que los niños o adolescentes no tienen información.
La
efectividad de estos mensajes alentadores dependerá de la
credibilidad del mensajero, y resultan contra prudente si son
engañosos en las ejecuciones reales, enfatizan los autores de distintos estudios sobre el tema.
La
profecía autocumplida
Sí,
por el contrario, las dificultades se afrontan acentuando las
deficiencias personales, resultan más probable en abandono y el
fracaso. Los mensajes verbales que acentúan la ineficacia y la
ineptitud pueden destruir las opiniones sobre su eficacia personal,
evitando o abandonando las situaciones difíciles y confirmando las
opiniones negativas que tienen de ellos y/o lo que piensan de sí
mismos.
OBJETIVOS Y CONDUCTA
Alegrías, tristezas y autoeficacia
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OBJETIVOS Y CONDUCTA |
Los sentimientos, las emociones y los estados de humor, afectan la autoeficacia
La tristeza puede evocar recuerdos de experiencias anteriores,
producir pensamientos negativos y estados de desánimo que pueden
disminuir la autoeficacia.
El estado de ánimo eufórico puede
activar el recuerdo de los logros pasados y repercutir aumentando la
autoeficacia.
La
prueba definitiva de la realidad.
La
autoeficacia es sobre todo sensible a la información procedente del
rendimiento, de los
éxitos y fracasos
reales
en el logro de los objetivos.
Las
ejecuciones efectivas son la fuente primordial que alimenta la
evaluación de la autoeficacia en un área concreta de actividad.
Los
éxitos activan una auto evaluación positiva al contrario que los
fracasos continuos que conducen a una evaluación de ineficacia
personal.
La comprobación de éxitos habituales
en tareas fáciles añade menos información útil a la autoeficacia,
que la activa ejecución de tareas nuevas y/o difíciles, o la resolución
de alguna adversidad.
El
impacto de un fracaso es menor si se produce en circunstancias
adversas, que si se produce en circunstancias óptimas.
El
grado de esfuerzo invertido
también condicionará la influencia de la acción en los juicios de
eficacia personal.
Los
éxitos y fracasos en el desempeño de una actividad no ocurren de
manera aislada, sino que su efecto sobre la evaluación de la
autoeficacia tiene que verse desde la perspectiva de la historia
personal, y el entorno en el cuál se desarrolla habitualmente, por lo tanto, puede haber una mejora progresiva a pesar de los
fracasos, un estancamiento o empeoramiento, respecto a los niveles de
ejecución anteriores.
El fracaso es un paso para:
Aprender hacer mejor las cosas
Saber cuál fue el error
Informarse de cómo optimizar el método que ha utilizado
Solventar el fallo y seguir adelante
Cambiar de estrategia y reestructurar la idea o el plan
Reinventarse y empezar de nuevo....
El resto de las razones se las dejo a usted...
Cada quién es un mundo particular... entre gustos y colores"....
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OBJETIVOS Y CONDUCTA |
Lo importante es seguir el camino hacia el objetivo
Si desea leer más sobre la conducta y el planteamiento de los objetivos siga el link autoeficacia y comportamiento III
Hasta el próximo artículo...
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